La Cámara de Diputados avala el dictamen con 354 votos a favor y 134 en contra

CIUDAD DE MÉXICO (12/DIC/2013).- La reforma energética llegó a San Lázaro después de la aprobación en el Senado, pero los diputados tuvieron que discutirla en un salón alterno debido a que el Pleno fue tomado por legisladores de los partidos de izquierda. Pese a las disputas, el día fue suficiente para que la aprobaran en lo general, y hasta la madrugada del jueves seguian discutiendo los asuntos particulares.

Pero la jornada comenzó con la toma de San Lázaro. Una treintena de perredistas, petistas y diputados del Movimiento Ciudadano llegaron temprano y comenzaron a acarrear las curules para bloquear los accesos; luego encadenaron las puertas del recinto. El secretario general del PRD y diputado Alejandro Sánchez Camacho aseguró entonces que se trataba de una acción pacífica que duraría lo necesario para que se suspendiera la discusión.

Afuera, activistas trataron de impedir el arribo de los diputados, con el fin de que se suspendiera la discusión de la minuta. La Policía Federal y la capitalina resguardaban el recinto, por lo que se presentó un enfrentamiento, que no dejó heridos.

Los priistas y panistas tenían un plan B y se fueron a sesionar al salón Aurora Jiménez, en el edificio E del Palacio Legislativo de San Lázaro. 

La sesión comenzó a las 11:00 horas con 401 diputados y, de entrada, rechazaron las tres mociones suspensivas que propusieron los perredistas y petistas. La decisión del Pleno permitió evitar la discusión de la minuta en comisiones.

Las posturas en el recinto fueron las mismas que en el Senado —donde la reforma se aprobó la madrugada de ayer—: mientras los legisladores de izquierda acusaban a priistas y panistas de “vender la patria”, éstos hablaban de las bondades de que la iniciativa privada participe en la extracción y exploración de crudo.

El debate se prolongó hasta la madrugada y, de acuerdo con la mayoría de los priistas y panistas, se prevé que quede aprobada hoy.

Fuente; Informador.com.mx