Jueves 18 Abril 2024
  • Twitter
  • Facebook
  • BB

Guadalajara cuenta con seis cementerios municipales, uno convertido en Panteón-Museo: el de Santa Paula, mejor conocido como el panteón de -la calle- Belén. Solamente cinco abren sus puertas para que los tapatíos depositen los restos mortales de sus familiares.

Dos de ellos: Belén y Mezquitán, acumulan mucho de la historia de la ciudad capital y de Jalisco, particularmente el panteón de Belén en donde inicialmente reposaron los restos mortales de personajes que hoy ocupan un lugar en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. 

 

El Día de Muertos es una celebración sincrética que en cada región del país mezcla tradiciones prehispánicas y las enseñanzas de la evangelización de que fueron objeto los ancestros. El Día de Muertos es, pues, una celebración mexicana de origen mesoamericano que honra el día 1 de noviembre a todos los santos y el día 2 a los fieles difuntos.

Elías González Vázquez, periodista y profesor de historia, quien ha dedicado mucho tiempo a recopilar datos, crónicas y leyendas, particularmente del Panteón de Belén, comenta: "La Unesco ha declarado la festividad del Día de Muertos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad".

Las autoridades municipales estiman que este año habrá una afluencia de 500 mil personas a los panteones tapatíos: Guadalajara (conocido como Panteón Nuevo, además de ser el más extenso) Mezquitán, Jardín, San Andrés, San Joaquín y Huentitán.

Para ello, se montó ya un operativo por parte de diversas dependencias municipales, mediante el que se garantice la seguridad de quienes visiten a sus fieles difuntos, el cual consiste en acciones de limpieza y recolección de desechos, vigilancia al interior y exterior de los cementerios, prevención de accidentes e inspección y orden de los comerciantes, informó el Director de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, José Ángel Campa Molina.

El funcionario municipal pidió a las personas que acudan a los panteones respetar las 36 mil 625 tumbas que se encuentran en mal estado, de las cuales el 70 por ciento ya han sido acordonadas por personal de su Dirección y el resto se hará en los próximos días.

También recomendó evitar sentarse o subirse a las tumbas, y cuidar que los niños no lo hagan para evitar accidentes; asistir con calzado cómodo e hidratarse, así como aquellas personas que sufran de alguna enfermedad, portar sus medicamentos o acudir con el personal médico que estará en los panteones para su debida atención. 

Los cementerios estarán abiertos de 8:00 a 19:00 horas, lapso durante el que se contará en todos y cada uno de los panteones con paramédicos y ambulancia, por si se llegase a necesitar el servicio.

PANTEÓN DE BELÉN Y SU HISTORIA

Este panteón-museo abrió sus puertas en 1948 y las cerró a las inhumaciones en 1896. Su nombre es Panteón de Santa Paula, pero es conocido como Panteón de Belén. Inicialmente estaba destinado a recibir los restos mortales de los seres más desprotegidos económicamente y fue tres veces fosa común para recibir los cuerpos de miles de personas que murieron por epidemias. A la postre, en sus escasos 52 años de funcionamiento, recibió la clase más encumbrada de la ciudad.

En este Campo Santo estuvieron los restos de personajes de la talla de Ramón Corona, Juan N. Cumplido, Esteban Alatorre, Severo Díaz y Enrique Díaz de León. Algunos de éstos hoy ocupan un sitial en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.

También fueron sepultados en este lugar Joaquín Angulo, Fortunato Arce, Jesús Camarena, Juan Carlos González Velázquez, Gregorio Dávila, Manuel M. Diéguez, Pedro A. Galván, Jacobo Gálvez e Ignacio Herrera y Cairo, Aurelio Ortega, Alfredo R. Plascencia, José Rolón y Dionisio Rodríguez, entre muchos otros nombres que a las actuales generaciones les suena porque dichos nombres están en calles de la ciudad.

PANTEÓN DE MEZQUITÁN

Habiendo cerrado sus puertas el panteón de Santa Paula (Belén) en lo que entonces eran las orillas de la ciudad, abrió sus puertas el cementerio de Mezquitán, en noviembre de 1896, en donde se empezó a escribir la historia contemporánea de la muerte de personajes y familias de la capital tapatía.

Mezquitán es el panteón en servicio más antiguo de la ciudad: 117 años. Aquí se empezaron a construir los más notorios y arquitectónicos mausoleos de los que todavía hay vestigios al lado derecho, ingresando por la avenida Federalismo; donde fueron inhumados restos de personajes de la talla de Esteban Loera. De fechas más cercanas y personajes que todavía están en la mente de muchos, está la cripta de la familia Aviña.

Este panteón alberga las criptas de las colonias alemana y francesa que se asentaron en la ciudad. Pocas personas que visitan la llamada "Casa de los Perros", de avenida Alcalde, hoy Museo del Periodismo, saben que el propietario llevaba el nombre de Jesús Flores, cuyos restos mortales están precisamente en el Panteón de Mezquitán. 

Aquí está también el mausoleo que alberga los restos del General de División Jesús María Ferreira, quien habría encabezado en el occidente del país el combate en contra de los Cristeros.

Leyendas y crónicas rondan en los emblemáticos panteones de Belén y Mezquitán, las que cada año en Día de Muertos se renuevan.

Fuente; El Occidental 

Testreveal

df gfdg dfg dfg dfg dfg dfg

×